Un estudio científico de China reveló que el fosfato de cloroquina, fármaco presente en el árbol de la quina, podría salvar la vida de miles de personas en el mundo.
La revista ‘BioScience Trends’ ha publicado un estudio científico de un grupo de investigadores de China que demuestran que el fosfato de cloroquina, fármaco proveniente del árbol de la quina, presenta resultados favorables para el tratamiento del temido coronavirus.
El estudio ha reconocido la eficiencia del “medicamento antiguo” para tratar los casos de la mortal neumonía de Wuhan. La sustancia es un alcaloide que se obtiene del árbol que se ha encontrado presente en nuestro Escudo Nacional como representante de nuestra amplia riqueza vegetal.
Las propiedades curativas del árbol representativo de nuestro país son reconocidas mundialmente y ha sido usado desde el siglo XVI por los pueblos indígenas del Perú para tratar enfermedades como fiebre, temblores y hasta la malaria, enfermedad potencialmente mortal causada por la presencia de parásitos.
En la actualidad, la corteza del árbol de la quina (Cinchona officinalis), es usada para combatir enfermedades como el lupus eritematoso sistémico y artritis reumatoide.
Los científicos chinos revelaron que la cloroquina tiene “una eficacia aparente y una seguridad aceptable contra la neumonía asociada al virus"
El equipo de investigadores chinos de la Universidad de Qingdao y del Hospital Municipal de la ciudad recomendó que este medicamento sea incluido en la próxima reunión de las Directrices para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la neumonía causada por COVID-19, emitido por la Comisión Nacional de Salud de China.
Además, reconocieron que la cloroquina tiene “una eficacia aparente y una seguridad aceptable contra la neumonía asociada al virus», gracias a los resultados de un conjunto de pruebas in vitro, primero, y con un centenar de pacientes de distintas zonas de China después.
Los científicos reconocieron que, mientras se realiza una vacuna a COVID-19 en decenas de laboratorios en todo el mundo, ‘reusar’ medicamentos efectivos puede ser esencial para mitigar los efectos del virus.
Por el momento quedan varios controles que se deben desarrollar para validar este fármaco como un tratamiento útil para controlar la epidemia que se expande por todo el planeta.
Cabe recordar que desde el siglo XVI se viene utilizando la corteza del árbol de la quina (Cinchona officinalis) para tratar enfermedades como temblores y fiebre, hasta que el mundo la usó para combatir una epidemia de malaria.
Pese a que su efectividad puede no ser total, este es un fármaco conocido, seguro y disponible para tratar la neumonía que está matando a tantas personas en el mundo.
Además, el árbol de la quina por sus propiedades medicinales reconocidas a nivel mundial se encuentra en el Escudo Nacional del Perú.
Árbol en peligro de extinción
El árbol de la quina fue incluido en el Escudo Nacional del Perú por el libertador Simón Bolívar debido al uso medicinal de la corteza del símbolo por los pueblos prehispánicos.
Sin embargo, este árbol ancestral se ve amenazado por la actividad agrícola al sur del país. Hasta fecha solo quedan entre 500 y 600 árboles de la quina en el Perú.
Otra de las causas, según revelan los expertos, es la desatención de las autoridades que lo han dejado caer en el olvido al punto de son confundidos con el ficus o la quinua.
Una de las historias más famosas sobre este árbol es que gracias a la “quinina”, fue curada Francisca Henríquez de Ribera, condesa de Chinchón y esposa de Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, decimocuarto virrey del Perú.
El registro de este hecho lo encontramos en las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma, en las cuales se narra cómo Francisca enfermó de fiebres altas y recibió tratamiento con la corteza del árbol de la quina. Cuando la condesa de Chinchón regresó sana a España, la planta fue codiciada y su uso se extendió al mundo entero.
Con el nombre científico de Cinchona officinalis, el árbol de la quina crece en bosques de montaña, entre los 1500 y 3000 metros sobre el nivel del mar. Y nuestro país tiene 18 de las 24 especies.
Este noble árbol se encuentra presente en 12 departamentos del Perú, siendo Pasco, Cajamarca y Amazonas los que presentan el mayor registro de especies.
El árbol crece hasta 15 metros en bosques húmedos entre 1,300 a 2,900 metros de altitud en las regiones peruanas de Piura, Lambayeque, Cajamarca y en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro.
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